Cuando un escritor decide crear una obra literaria lo hace con intenciones muy diversas, pero casi siempre sus textos responden a alguno de estos cuatro impulsos:
- expresar qué sucede en su mundo interior (punto de vista lírico)
- contar lo que hacen y lo que les pasa a unos personajes imaginarios (punto de vista épico)
- crear personajes que muestran, dialogando sobre un escenario y ante espectadores, lo que hacen o lo que les sucede (punto de vista dramático)
- enseñar algo, transmitir un conocimiento que considera útil para los demás (punto de vista de didáctico)